Del 6 al 8 de septiembre organizamos, por tercer año consecutivo, el Festival de Cine Creative Commons en Montevideo. Las jornadas se realizaron en el Centro Cultural de España. Este año habrá también una jornada del festival en la ciudad de Florida el 26 de septiembre, y otra en Fray Bentos que anunciaremos muy pronto.
El eje articulador del festival es, como siempre, la proyección de películas con licencias Creative Commons. Estas licencias permiten el acceso y la copia libre de las obras, contribuyendo así a un modelo de circulación cultural más justo que el promovido la industria cultural tradicional, basado en el copyright.
Al igual que el año pasado, en esta oportunidad elegimos proyectar películas licenciadas con CC que abordan conflictos y reivindicaciones sociales. El motivo de esta elección es acercarnos a organizaciones sociales para conocer su activismo y articularlo con el nuestro, mostrando además la conveniencia de usar licencias CC en obras que fueron creadas para transmitir ideas de la manera más amplia posible. El miércoles 6 exhibimos La historia de Technoviking, un documental sobre la libertad de expresión, el remix y el derecho a la privacidad en Internet. El jueves 7 proyectamos la serie Ficción inmobiliaria, un remix audiovisual sobre el derecho a la vivienda y los conflictos ligados a la gentrificación. El viernes 8 tuvimos una jornada doble sobre medioambiente, con la exhibición de Ríos libres y Jugando en la naturaleza, y con la presencia de los realizadores de ambas películas. Ese mismo día hicimos junto a Wikimedia Uruguay una editatón sobre cine de Uruguay, en la que creamos colaborativamente más de 20 artículos.
El cine bajo licencias CC es beneficioso para el público, para los realizadores y para las personas que hacen gestión cultural. El beneficio para el público es el más evidente: las licencias CC democratizan el acceso a las obras, dado que permiten ver las películas en Internet, pero también, a diferencia de las películas distribuidas en plataformas privativas, permiten descargarlas, copiarlas y compartirlas de manera legal y libre.
Este tipo de licenciamiento beneficia también a los realizadores, dado que potencia la difusión de sus obras tanto a través de Internet como a través de la exhibición en la extensa red de festivales CC World, conformada por más de 25 festivales de cine alrededor del mundo. Cada vez más realizadores consideran licenciar sus películas con CC, no solo como una decisión ética y política a favor de liberar la cultura, sino también como una forma de que su obra se difunda entre más personas.
Para los gestores y productores culturales, el cine con licencias CC facilita el trabajo, porque evita la dificultosa (y a veces imposible) gestión de los permisos de las películas y elimina los costos asociados a la propiedad intelectual. Cualquier persona o colectivo puede exhibir las películas sin riesgos legales de ningún tipo, teniendo en cuenta que algunos de los films no permiten usos comerciales. En otras palabras, cualquiera puede organizar su propio festival de cine CC. De ahí nace el lema del movimiento de cine CC: “Copia este festival”. La red CCWorld cuenta además con un repositorio común de películas y potencia la difusión de cada festival local.
Entre los proyectos que tenemos para el futuro, vamos a seguir alentando jornadas de exhibición y charlas en el interior del país, como las que habrá este año en Florida y Fray Bentos. También aspiramos a dar charlas y seminarios a realizadores jóvenes y estudiantes de cine, para que conozcan las ventajas de poner licencias Creative Commons a sus obras. Por último, nos vamos a enfocar en la promoción del licenciamiento abierto en las escuelas de cine, en los proyectos audiovisuales comunitarios y pedagógicos, y en todas las creaciones audiovisuales financiadas con fondos públicos
*Fotos: Aimé Castro y Equipo de CC Uruguay. CC BY-SA.